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jueves, 14 de diciembre de 2017

Ojalá ♡

Ojalá te enamores de alguien que sepa lo que vales, que a cada una de esas cosas que tú llamas “defectos”, les ponga tu nombre y sueñe con abrazarlos cada noche. Alguien que no le importe la hora que sea cuando sienta la necesidad de decirte que te quiere, que te despierte con un beso de buenos días y te de las buenas noches con uno de esos abrazos eternos que terminan solo cuando el sueño vence.

Ojalá te enamores de alguien que te diga cada día que eres preciosa, que no ha visto algo más bonito en toda su vida. Alguien a quién no le de miedo decirte en voz alta que está loco por ti, que lo grite bien fuerte, bien alto, sin importar nada más que la sonrisa que te provoque saber que lo dice desde el corazón.

Ojalá te enamores y te amen como mereces. Ojalá esa persona entienda que incluso en tus peores días, cuando más fría estés o menos ganas de hacer nada tengas, su abrazo será siempre la cura a todos tus males, sus besos calmarán las lágrimas y su mera presencia tendrá el poder de hacerte sentir bien.

Ojalá te enamores de alguien que, aunque cometa errores, se esfuerce cada día por amarte con todo lo que tenga. Así, cuando le mires sabrás que se vacía cada día, que lo da todo por mantener siempre en tu rostro esa sonrisa tuya que le hubo de enamorar un día.

Ojalá te enamores, ojalá no vuelvas a sufrir. Ten paciencia, un día llegará alguien capaz de besar las cicatrices sin abrir heridas nuevas.






sábado, 9 de diciembre de 2017

HASTA EL TIEMPO QUE DURE ♡

Una de mis grandes creencias era que lo que realmente era bueno duraba para siempre  amor, amistades, trabajo, gustos e inquietudes… todo. El problema llegaba cuando ese “para siempre” pasaba a ser un “hasta este momento”. Entonces se me caía el esquema y venían varias reacciones: podía sentirme tremendamente culpable porque pensaba que había hecho algo mal, podía sentirme tremendamente defraudada por los demás o por la situación que se daba en ese momento o me entraba el miedo y me quedaba parada esperando a que todo volviera a ser como antes.

Esto era debido a que desde siempre he creído que mi “yo” se componía de determinadas amistades, diversos gustos, sueños, un tipo de trabajo definido, una vivienda de unas determinadas características, un coche específico, etc.. pero no me daba cuenta que todo eso no formaba mi “yo” sino que era un acompañamiento para mi camino. Y este acompañamiento se adapta a lo que emana mi “yo”, a lo que emana mi esencia. No era consciente de que ese “hasta este momento” era simplemente el indicador de un cambio y que no hay culpables en esta historia sino momentos distintos. Si mi “yo” cambia, cambia mi entorno porque va acorde con él. Simple… pero ni se me pasaba por la cabeza que pudiera ser así.

Cada vez que se producía algún cambio, intentaba analizar y ver que había pasado. Con esto hacía unos debates increíbles pero no conseguía más que agotarme y no avanzar. Perdía tiempo y energía dando vueltas alrededor de lo que se “iba” en vez de estar feliz de haberlo disfrutado el tiempo que fuera y poder seguir mi camino recibiendo algo nuevo.

Últimamente mi vida ha habido muchos cambios: lugar de residencia, modo de vivir, costumbres, etc sin duda, no mostraban más que el reflejo del cambio que se estaba produciendo en mi interior. Las primeras semanas estaba emocionadísima, nuevas experiencias. Al pasar unos meses empecé a tener una profunda nostalgia de lo que tenía antes, de lo que dejaba y no podía disfrutar como antes. Fueron meses agotadores porque no sirve de nada luchar contra esto; 

En fin la vida fluye de todas maneras por eso no sirve de nada perder tiempo y energías haciendo ensayos sobre el “porqué” de las cosas sino que el enfoque es ver el “para qué”. No sirve de nada lamentarse porque determinados esquemas se hayan tenido que romper sino que es mucho mejor dar la bienvenida a los nuevos que llaman a nuestra puerta. Con este cambio de visión, con este dejarnos fluir acorde a la Vida, ganamos en ilusión y en oportunidades porque nos acoplamos más rápidamente a las nuevas situaciones.

Sé que no volveré a ser la persona que era hace ocho meses pero eso no me da pena sino alegría. Sé que donde antes sentía nostalgia ahora siento ilusión, donde antes sentía apego ahora siento más libertad, donde antes sentía miedo ahora siento una creciente curiosidad.

Muchas cosas han cambiado estos meses y muchas van a cambiar en los meses y años que quedan pero ahora las entiendo de una manera distinta. Digamos que he cambiado de slogan y el “para siempre” ha dejado paso al “hasta el tiempo que dure”.


CON UNA TAZA DE TE Y UN BUEN RECUERDO...

viernes, 1 de diciembre de 2017

COMPROMISO ♡



La palabra compromiso por sí sola provoca temor en más de uno, pues implica responsabilidades que muchos no están dispuestos a cumplir, además hoy día las relaciones son efímeras y superficiales. El compromiso en una relación de pareja permite las dos personas juntas puedan llevar adelante un proyecto de vida, brinda estabilidad, confianza, capacidad de negociación y comunicación, tolerancia y permite que las parejas logren lo que se han propuesto, por lo que lejos de ser algo negativo, es saludable para la relación.

Las personas no se cuestionan si están preparadas para una relación de pareja estable, si están en la capacidad de ser fieles o si tienen otras prioridades en sus vidas, entonces al momento de estar en una relación no funciona. Si no hay claridad con lo que se quiere, difícilmente haya compromiso, es como estar pero al mismo tiempo no estar, para unas cosas sí pero para otras no.

Muchos tienen miedo porque las relaciones son complicadas, otros lo perciben como un sacrificio, también hay gente que ha sufrido mucho y por eso es reacia, pero en realidad el miedo es a estar en algo en lo que se desconoce; no sabemos cómo son las relaciones de pareja y tampoco nos han modelado para ello.

El compromiso implica asumir obligaciones y esa es la parte que no es muy bonita para muchos, es sacrificar muchas cosas para lograr un objetivo en común. Entra en juego lo que es la visión de cada uno, puede que en una relación no se haya asumido el cambio de estilo de vida que implica comprometerse.

El problema, es que las relaciones de ahora se establecen con compromisos superficiales y son fugaces, se sustituye rápido a la pareja y no se dan el tiempo suficiente para conocerse adecuadamente. 

“Ahora las relaciones se basan en compromisos superficiales. Un síntoma de la falta de compromiso es cómo la gente evitar sentirse encuadrada en una relación”